Todo lo que conozco de patronaje, corte y confección, lo he aprendido en la Fundación. No sabía cómo se utilizaba la máquina de coser, menos cómo se ponía el hilo en la máquina y no podía coser recto. Al principio todo era difícil y poco a poco fui aprendiendo. Siempre había querido aprender porque mi abuela paterna fue costurera. Mi madre y sus hermanas cosían súper bien y me gustaba ver cómo transformaban un pedazo de tela en una prenda muy bonita. Pero mi trabajo profesional era muy demandante y nunca pude aprender hasta que me jubilé . Tengo 70 años y hace pocos meses empecé el curso. He aprendido también pequeñas bases de diseño: tipo de tela para un modelo determinado, estampado, combinación de colores, crear una prenda acorde a la forma del cuerpo que tiene la persona y los diferentes tipos de costura que se utilizan de acuerdo a la tela y modelo. Me consta que algunas compañeras están iniciando un emprendimiento con los conocimientos adquiridos en este tema. Hoy me siento muy contenta, a algún familiar y amigas les he hecho blusas y vestidos sencillos para estar en la casa, conjuntos de short y camisetas. La costura como le decimos en clase, es un hobby, pero a mí me ha permitido cumplir un sueño más.